Apuntes sobre la superación personal.
Un texto de Jorge Irribarren
Cuando Joseph Ruiz Acosta, hace poco más de diez años, estudiaba Administración
Hotelera, no imaginaba que un día sería Sommelier, menos aún, que sería el representante
del Perú en el quincuagésimo Campeonato Mundial de Sommeliers “ASI-Best
Sommelier of the World 2019” a realizarse en la ciudad de Amberes en Bélgica
entre el 10 y el 15 de Marzo de 2019. Y es que este logro es doblemente
especial, pues la ASI (Association de la Sommellerie Internationale) celebra además
los 50 años del campeonato mundial, que coincidentemente tuvo como sede en su
primera edición en 1969 a otra ciudad belga, Bruselas.
Como casi siempre ocurre, el destino nos asigna caminos diferentes a los
planeados, pero nuestros sueños, aunque a veces ocultos o difusos, de una u
otra manera con persistencia y dedicación, se hacen realidad. A Joseph le interesaba
administrar una cadena de hoteles y por ello, decidió comenzar por aprender de la
alta gastronomía e ingresó de mesero al restaurante Central en Lima. No imaginó
tampoco ligarse al servicio de vinos y así ir descubriendo su verdadera
vocación. Entonces, se graduó como Sommelier (IDVIP Instituto del vino y del
Pisco-2012) y luego, evidenciando que dichos
estudios habían sido solo el inicio de un largo camino de aprendizaje, obtuvo
el Nivel-2 en el “Court of Master Sommeliers” (New York –USA), realizó diversas
capacitaciones en Argentina, Austria y Alemania, no dejando de participar en
concursos nacionales e internacionales y ser el Mejor Sommelier del Perú en los
años 2015 y 2018. En el Panamericano de 2018 obtuvo el séptimo lugar y
conjuntamente con el equipo del restaurante Central, en el que llegó a
desempeñarse como “Chief Sommelier” ha obtenido importantes reconocimientos por
organizaciones como Summum y “The World’s 50 Best Restaurants”: Mejor
Restaurante del Perú, “Best Restaurant of Latin America”, “4th. Best
Restaurant of the World” y Mejor Sommelier del Perú).
Joseph, pareciera haber dejado atrás los años de niñez y adolescencia en los
que creció entre el distrito de San Martín de Porres en Lima y Long Island en Nueva
York, pero la verdad es que estos evidencian la base de la multiculturalidad
que ha sabido cosechar enriqueciendo su trabajo diario y volviéndolo un viajero
apasionado por conocer nuevas culturas.
Es autodidacta, emprendedor y tiene sus metas claras. Disfruta de maridajes
complejos pero prefiere los simples como ostras con Champagne o Causa de
langostinos con Chardonnay. No ha estado en Bélgica, pero eso será cuestión de
días. Muere por conocer Francia, pero eso llegará con el tiempo. Este es su segundo
Mundial de Sommeliers y se prepara todos los días pues sabe lo difícil que es
la competencia. La responsabilidad de representar a su amado Perú a veces lo
pone nervioso, sin embargo, su persistente preparación e innato talento le dan
la seguridad de saber que hará un gran papel.